Montevideo ofrece diversas opciones gastronómicas, tanto internacional como uruguaya. Dado nuestro hábito, de herencia italiana, con las comidas podemos extendernos en un almuerzo o cena con sobremesas que pueden llegar a las dos horas. Los uruguayos somos personas que nos gusta la noche y por ello nunca cenamos antes de las 9.
El plato que caracteriza la cultura rioplatense es el asado, que consiste en carne cocinada a la parrilla con mayor lentitud que en otras partes del mundo, lo cual permite que la cocción sea pareja. Esto y la excelente calidad de nuestras carnes, garantizada por las características de nuestro suelo que permite al ganado procurar alimento sin necesitar hacer esfuerzo, son los fundamentos para que nuestro asado sea uno de los mejores del mundo. La carne vacuna es preponderante, aunque se puede incluir también pollo o cerdo, y se presenta en los diferentes cortes utilizados para el asado así como para empanadas, guisos o salsas, etc.
Los restaurantes y bares más modernos están en la zona de Pocitos, Buceo y Malvín, donde se combinan refinados menús con ofertas gastronómicas más casuales. De todas maneras, también es posible disfrutar de excelentes propuestas en el marco histórico de la Ciudad Vieja, en la tranquilidad de Parque Rodó o en la zona exclusiva de Carrasco.
La influencia italiana impacta en diferentes frentes de nuestra oferta gastronómica, ya sea en platos como las pastas como en nuestros exquisitos helados.
Un creciente número de restaurantes vegetarianos y de tiendas de alimentos orgánicos han abierto sus puertas en los últimos años, y tienen cada vez más adeptos.
Los vinos locales, especialmente de la cepa tannat, son muy consumidos por su excelente calidad y precio razonable. Asimismo, una bebida de invención uruguaya es el Medio y Medio, que combina vino blanco con vino espumante.
El mate, la bebida tradicional del gaucho, es una marca representativa de Uruguay, aunque también es consumido en Argentina, Paraguay y sur de Brasil. Una postal típica de Montevideo es la gente yendo o viniendo de sus trabajos por la avenida Dieciocho de Julio, o paseando en la Rambla, siempre con el termo bajo el brazo y el mate como ineludible compañía.
El dulce de leche es característico del país, aunque se lo pueda encontrar en diferentes formas en toda América Latina, y consiste en una especie de jalea a base de leche y azúcar. La golosina más destacada, y preferida por los turistas, son los alfajores – hechos con dulce de leche, una masa dulce y chocolate.
