Si desea ver más del país pero no tiene demasiado tiempo, un paseo de fin de semana es una forma perfecta de explorar más el Uruguay. Los siguientes lugares son fácilmente accesibles en ómnibus en pocas horas.
- Estancias: No muy lejos de la ciudad de Montevideo podemos encontrar un área de llanuras abiertas donde puede experimentar la vida tranquila del campo y disfrutar de diversas atracciones del turismo rural en una estancia. Podés pasar un fin de semana largo relajándote y renovándote con el fresco aire rural. Los visitantes más activos pueden disfrutar de las piscinas de natación, las cabalgatas, las caminatas, y también de las comidas y los productos típicos regionales (por ejemplo, el tradicional asado).
- Regiones
Maldonado
Además de su mayor estrella, el balneario Punta del Este, otras posibilidades son:
Punta Ballena
Punta Ballena es un accidente geográfico al sur de Punta del Este que se extiende algunos kilómetros en el Río de la Plata, y es límite natural entre la Bahía de Maldonado y la de Portezuelo. La belleza natural de la vista de la ensenada, en cuyo puerto natural se realizan diversos deportes náuticos, se combina con la famosa Casa-Taller-Galería de arte Casapueblo, diseñada por el artista plástico Carlos Páez Vilaró.
Piriápolis
Este pequeño balneario, que nace de una fantástica historia en la que se mezclan el ideal de una ciudad autónoma, la alquimia, los amores ilegítimos, los duelos y los suicidios, posee una rambla que recuerda a alguna ribera europea. Está rodeado de elevaciones que se adentran en el mar como el imponente Cerro del Toro, un posible cementerio indígena, desde donde se tiene una vista privilegiada de la ciudad. Además, pueden visitarse el Castillo Pittamiglio o el de Piria, escalar el Pan de Azúcar o pasar la tarde cerca de la Fuente de Venus. Piriápolis fue escenario de una de las películas uruguayas más reconocidas: Whisky.
Rocha
La atlántica costa de Rocha es uno de los principales atractivos del país, que además se conjuga con otras opciones en donde la naturaleza se presenta de manera más agreste y natural, como sus lagunas y bañados. Este departamento posee desde playas casi deshabitadas hasta algunos de los balnearios más concurridos.
Punta del Diablo
El carácter excepcional de Punta del Diablo es brindado por sus hermosas playas y ambiente relajado propicios para el descanso, para practicar deportes acuáticos como el surf y para disfrutar de la intensa movida nocturna. El estilo rústico del pueblito, rodeado por bosques y dunas, aloja una pequeña cantidad de casitas, restaurantes y puestos de artesanías. Las noches estrelladas y las callecitas sin asfaltar iluminadas por pequeños faroles a vela es una de sus postales más entrañables.
Cabo Polonio
Esta reserva natural está ubicada en una pequeña península rodeada de extensas y desiertas playas paradisíacas. Su acceso es limitado dado que solo podemos realizarlo en camionetas todo terreno, además no posee suministro de luz o agua de la línea pública por ser un área protegida. El caserío desparramado alrededor del faro, entre las dunas y las rocas, parece un lugar evadido de la civilización, donde el tiempo y el confort no parecen ser ya necesidades. Este tranquilo enclave oceánico posee también una serie de islotes que se han convertido en colonias de lobos marinos. Una travesía habitual, dada la cercanía con el otro balneario, es la caminata a través de las dunas hacia Valizas, que puede realizarse en aproximadamente dos horas.
La Paloma
Las casitas de estilo alpino, el casco viejo, el Faro y la Isla La Tuna, frente a las playas del balneario, son algunas de las marcas de identidad de esta escala ineludible durante la recorrida de la costa rochense. Sus playas principales, La Aguada, Costa Azul, La Balconada, Anaconda y El Cabito presentan diferentes características que atienden a los más variados gustos: rocosas, con olas, de aguas más tranquilas, profundas y zonas de pesca. Con toda gama de servicios para el turista, la ciudad además es destino de los amantes del surf. Desde allí se puede visitar la Laguna de Rocha para hacer avistamiento de aves.
Parque Santa Teresa
Este parque de 3.000 hectáreas posee más de 2 millones de árboles y una exótica flora autóctona. Sus playas de oleaje profundo convocan a miles de personas que acampan a lo largo de todo el año en un complejo, un rosedal, una piscina seminatural, un mirador, una pajarera y la Fortaleza de Santa Teresa, creada para la protección de la franja costera por los españoles en el siglo XVIII. Desde allí, además, se puede visitar la Laguna Negra.
Bosque de Ombúes
A orillas de la Laguna de Castillos, refugio natural de variadas especies animales, se ubica a lo largo de 20 kilómetros la agrupación más grande de ombúes de la región, que convierte a este bosque en un verdadero reservorio natural de colosos. El paisaje que conforma es muy interesante por las curvas pronunciadas de las gruesas y largas “lianas de diablo” al unirse a los árboles, y por los pronunciados huecos entre las raíces que dan lugar a formaciones extrañas y dignas de admirar. La fauna local consiste en lagartos, comadrejas, zorros, zorrillos y gatos monteses, entre otras especies. Proponemos visitarlo a través de un paseo en bote por las aguas del arroyo Valizas.
Paysandú
Termas del Guaviyú
La profundidad de las piscinas de este complejo turístico termal no supera los dos metros. Sus aguas, cuya temperatura promedio es de 38ºC, contienen un alto componente de minerales como calcio, magnesio, potasio y flúor, razón por la cual se le atribuyen propiedades curativas y sedantes. Asimismo, podemos visitar en sus alrededores la meseta de Artigas, que posee el monumento a Artigas más grande del país, alrededor del cual se extiende un gran parque de exóticas especies de árboles.
Salto
Termas del Daymán
Este complejo, uno de los más importantes de la región, se emplaza en la terma de agua más caliente, cuya temperatura asciende a 42ºC. Su agua es pura, radioactiva y mineralizada por lo que resulta ideal para la crenoterapia. El paisaje que la rodea combina la costa sanducera con una gran cantidad de árboles y flores. El parque acuático termal Acuamanía es el más destacado de Sudamérica. El Complejo Hidrotermal Daymán, una institución de alto nivel científico y ético, cuenta con saunas, piscinas individuales, hidroyets, jacuzzis, piscina de ozono, duchas escocesas y suecas, áreas de musculación y de fisioterapia con un excelente equipamiento, ideal para tratamientos reumáticos, traumatológicos, neurálgicos y músculo esqueléticos.
Lavalleja
Salto del Penitente
En el marco del bello paisaje de las sierras, y a pocos kilómetros de la ciudad de Minas, se encuentra esta cascada de 60 mts. de altura, cuya corriente forma una serie de lagunas y piletas naturales de agua cristalina, ideales para el disfrute de los visitantes. Cuenta con una infraestructura de un moderno parador con vista panorámica, un refugio para pasar la noche y ofrece una serie de actividades como cabalgatas, travesías para el avistamiento de flora y fauna, escalada en paredes naturales de entre 13 y 30 mts., rappel y canopy.
Villa Serrana
Pequeño poblado, originalmente una villa de descanso de estilo europeo, que se encuentra entre los valles de los arroyos Penitente y Marmarajá. Aloja unos cientos de casas, mayormente destinadas a quienes buscan un lugar alejado de las ciudades para disfrutar del entorno natural. Algunos paseos típicos son las visitas al Cerro Arequita, macizo rocoso de 305 metros de altura que aloja tres grutas, y a la Isla de Ombúes o las cabalgatas.
Treinta y Tres
Quebrada de los Cuervos
Este accidente geográfico en forma de garganta, formada por el paso de las cristalinas aguas del arroyo Yerbal Chico, donde abundan los cuervos de cabeza roja, preserva una gran cantidad de especies animales y vegetales. Si bien este paraíso enclavado en las sierras agrestes posee una amplia gama de servicios para los turistas, es un área protegida en el que se pueden realizar variadas actividades de ecoturismo.